Se suma un nuevo sonido
a las orquestas del día
no lo medirá tu oído
que sorda es la lejanía
Cuando amanecen tus ojos
reposo sobre tu pecho
blando, postrado en el lecho
del amor y sus antojos
Perdona amor los enojos cantando al amanecer
de la necedad pasada
Tu piel en la madrugada
tibia, suave, tiernamente
Y con la mentira ausente
prendé la luz apagada
Entera quisiera ser
una jarana cantando
En tu regazo mecer
un son que me diga cuándo
al punto de amanecer
nos estaremos amando
Te declaro un zapateo
sobre el mar de la tarima
amanece por encima
persigo tu pespunteo
de la guitarra el tangueo
va repidiendo un bordón cantando al amanecer
así percuto el tacón
mientras la música avanza
al tiempo de la mudanza
te entrego mi corazón
cantando al amanecer...
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